Datos personales

Mi foto
Amante de la fotografía, el cine y la música. Siempre que me pongo ropa blanca acabo ensuciándola. Algunas pavas me miran de arriba a abajo cuando voy andando por la calle, no me siento inferior por ello, al contrario... Me rayo más que un código de barras por cosas mínimas. No soy de relaciones serias, alomejor un día te quiero y al día siguiente no, pero te puedo asegurar desde ya, que no soy una guarra. Siempre me pillo por los tíos menos adecuados y suelo sufrir sin apenas motivos. Soy sensible, aunque tengo mis días y puedo ser más dura que una piedra. Suelo estar siempre sonriendo, pero tambien tengo mis días de "no te me acerques o te meto un tortazo, gilipollas". Detesto las etiquetas.

Seguidores

eres el visitante nº..

20/6/11

Estaba empanada, mirando por la ventana, como casi siempre que voy sola en el autobús. Y empecé a observar los detalles más simples, sin pensarlo. Pasé por un parque, lleno de niños que disfrutaban del final de la tarde con sus padres. Se les notaba que eran tan felices... Me fijé en otro autobús que esperaba en la parada para recoger o dejar a aquellas personas. Me pregunté entonces dónde irían cada una de esas personas, qué estarían pensando, si últimamente habían tenido algún problema familiar, si les habría fallado su mejor amigo, si en las últimas veinticuatro horas habrían echado a alguien de menos, incluso si se les habría muerto alguien. Con ellos no era tan fácil averiguar sus emociones, se escondían o fingían intentando pasar desapercibidos.
Y sin poder evitarlo, de pronto me vinieron más dudas, como dónde estaría aquella persona que me enviaría cada día un sms deseándome buenas noches y recordándome cuánto me quería, qué estaría haciendo ahora mismo esa persona que quizás no sabe ni que existo pero que se convertirá en una parte de mí, quise saber en aquel instante en qué autobús podría encontrarle para mirarle y sonreírle, y decirle "aquí estoy". 
Sin darme cuenta, interrumpiendo mis pensamientos, se sentó un chico a mi lado silenciosamente. Tenía puestos los cascos, con el volumen lo suficientemente fuerte para reconocer enseguida esa melodía. Una de mis canciones favoritas. Sorprendida de que la conociera, le miré. Me sonrió. ¿Y si era él todo lo que esperaba?

2 comentarios:

  1. ¡Me encanta esta entrada! Está muy bien tu blog, muy bien escrito, muy buenas reflexiones y las fotos chulísimas :)
    te he puesto en mi blog para que la gente que me lea se meta a leerte también ok¿
    1 besazooo y sigue con esta maravilla!

    ResponderEliminar
  2. Jooo muchísimas gracias de verdad! ni te imaginas la ilusión que me hace que alguien valore las peqeñas cosas qe voy haciendo por aqui! :) y muchisimas gracias por ponerme en tu blog, significa mucho para mi en serio! un besazo preciosa!:)

    ResponderEliminar