Lo admito, eso de vivir sin ti no me resulta muy atractivo que digamos. La verdad es que prefiero levantarme y abrazarte a ti, en lugar de a mi almohada. Prefiero hacer desayuno para dos que para mí sola. Me gusta tener alguien en quien pensar, sin necesidad de lamentarme porque ya no estés conmigo. Eres mi marca de heroína, eres mi "ahora", mi "después" y mi "infinito". Y bueno, puedes irte, claro que puedes. Pero que sepas que intentaré hacerte cambiar de opinión hasta el día que tomes la decisión de despegarte de mí. Porque te quiero, para siempre.